La performance (de la expresión inglesa performance art, "arte de acción / actuación" y también "arte en vivo") surge en los años 60 del siglo XX del cruce entre las artes visuales, la música, la danza, el teatro, la poesía, el cine experimental y el video, y consiste en una amplia gama de experiencias donde un grupo o individuo realiza un evento o acción significativa en un momento y espacio determinados. Tanto la performance como las distintas variantes del arte de instalación (incluido el happening) ponen el acento en el hecho de que ocurren en un lugar preciso y durante un tiempo concreto, por lo que tienen todos algo de irrepetible. La diferencia fundamental entre ellos radica en que en la performance el eje lo constituyen las acciones de un individuo o un grupo, mientras que en las instalaciones el eje está, habitualmente, en el modo en que el público habita, ocupa, recorre u explora un cierto espacio. En este sentido, por un lado la performance no necesariamente requiere que el espectador “ingrese” en la obra: puede permanecer como simple espectador. Y por otro, la performance -a diferencia del happening, que tiene como uno de sus rasgos la relación con lo imprevisto, lo azaroso y lo aleatorio- puede eventualmente repetirse. El evento performático puede realizarse en museos, salas de exposiciones y en lugares no convencionales, como el espacio público. La acción puesta en juego busca desarticular lo cotidiano, exponer lo prohibido y/o lo banal, provocar la repulsión y la atracción de zonas no visibles en las prácticas y los discursos sociales. El artista devenido performer ostenta no sólo su presencia física, sino también la propia experiencia biográfica interpelando de forma directa al espectador y su propia experiencia de vida. En este sentido, la performance busca señalar las tensiones políticas e históricas de su propio tiempo, desafiando el control y la administración de los cuerpos socialmente disciplinados. Si bien la performance no siempre incorpora a las tecnologías, a lo largo de su desarrollo ha visto nacer el cruce entre las disciplinas artísticas y los medios masivos de comunicación y del entretenimiento (sus lenguajes, dispositivos, etcétera).