Marcelo Santángelo nació en Concordia, Entre Ríos, el 10 de junio de 1923 pero se desarrolló como artista en Mendoza. Llegó en 1936 al sur de la provincia y en 1941 se trasladó a la ciudad capital. En 1951 se recibió de profesor de Bellas Artes en la Academia de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo.
Fue docente en la Universidad Nacional de Cuyo desde 1944, profesor titular del Taller de Pintura entre 1975 y 1976 y profesor de la Cátedra Libre entre 1984 y 1993. En Buenos Aires fue profesor de Estética en la Escuela Superior Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón entre 1959 y 1964, y profesor de dibujo en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, entre 1963 y 1965.
A comienzos de su carrera, influido por la lectura de un libro de Salvador Dalí, se convirtió en “el artista surrealista de Mendoza”. Realizó el “Primer Espectáculo Surrealista” en 1953, ocasión en la que se proyectó por primera vez en Mendoza la película
El perro andaluz, de Buñuel. El surrealismo fue muy inspirador e influyente para Santángelo, tanto que motivó una larga carrera de trabajos de diversa índole, todos ellos signados por la búsqueda de innovación, libertad y experimentación.
El libro en cuestión era La vida secreta de Salvador Dalí. Allí, el pintor español detallaba, por ejemplo, la idea de intervenir París con una serie de panes enormes, de 20 a 30 metros, colocados en ciertos puntos de la ciudad. La ruptura de la lógica más el humor y el uso de elementos no convencionales, estaban a la vanguardia en la Europa de los años 50. Décadas antes del Obelisco de pan dulce de Marta Minujín, en Mendoza, Marcelo Santángelo mezclaba cine, teatro y cenas que empezaban por el postre con anticomensales que entraban sólo a ver.
Santángelo fue artista, investigador, crítico y ensayista. En sus inicios hizo grabados, dibujos y pinturas. Luego derivó en experiencias variadas que rompieron el concepto tradicional de género, con las que sorprendió al público local. De su producción, nos interesan particularmente las
pinturas de módulos intercambiables (1964), cuyo principal objetivo es que el espectador participe activamente en la forma que va definiendo a la obra, y también las
pinturas-transparencias, especies de diapositivas que eran proyectadas como pinturas-luz. Las definía como pinturas viajeras, porque pueden llevarse en un bolsillo. También, su idea de “multimedia” desarrollada en esos años, que consistía en performances efímeros, en los que combinaba danza, música, teatro y proyecciones de sus transparencias lumínicas.
Marcelo Santángelo fue un innovador en todas las facetas de su producción artística. Buscó nuevas formas de expresión en el cine, la música concreta y en sus últimos años investigó las posibilidades del arte digital. Instaló en Mendoza la discusión sobre formas no convencionales de expresión artística y motivó a sus seguidores a ingresar en el tema de las ambientaciones, los happenings, las instalaciones, las performances, etcétera. Trabajó intensamente para instalar en Mendoza la discusión en torno a la definición de arte, el papel de instituciones como la universidad, los museos y las galerías. De sus exposiciones derivaron discusiones sobre el rol del público, el montaje y la función social del arte, que fueron ampliadas en sus conferencias y artículos periodísticos publicados en diferentes medios. En sus últimos años enviaba por correo electrónico sus nuevos ensayos.
Apoyó la serie de exposiciones llamadas NoCon (no convencional), realizadas por el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza en los años 1985, 1991 y 1998 en las que, además de los artistas locales, participaron figuras de la talla de Margarita Paksa y León Ferrari. Consideraba que estos eventos constituían espacios de educación asistemática que preparaban a la sociedad para comprender mejor el mundo contemporáneo.
Referente actual de las nuevas generaciones de artistas mendocinos, Santángelo trabajó y pensó siempre con plena conciencia de ser un artista de la modernidad en una provincia considerada conservadora por sus propios críticos de arte, y en un país periférico; por eso, sus acciones artísticas y teóricas estuvieron siempre contextualizadas y orientadas a modificar en forma efectiva el propio medio en el que se desarrollaban. De allí deviene cuánto Santángelo significó para Mendoza.
Marcelo Santángelo murió el 23 de enero de 2007.
Referencias:
Laura Valdivieso:
Caminos de un artista moderno.
Laura Valdivieso:
Cronología y genealogía mendocinas.
Mariana Guzzante:
Extrañando a Santángelo.
