Fabricio Caiazza (Rosario, 1974), aka Faca, se recibió de Licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Rosario en 2003, y desde principio de esta década participó de colectivos y acciones artísticas como
Compartiendo el capital, Vodkamiel y
Pinche Empalme Justo. Todas estas experiencias se vinculan por su vocación por cuestionar diversos presupuestos subyacentes a las condiciones de producción y distribución del arte y la cultura en la actualidad, munidos del arsenal argumentativo y teórico que los promotores del software libre vienen difundiendo desde fines del siglo pasado. En este sentido, Compartiendo el Capital se conformó como una suerte de asamblea permanente, o foro de intercambio entre artistas y activistas de la cultura, que impulsó la circulación de diversos tipos de saberes sobre el arte y la tecnología, a traves de charlas, conferencias y publicaciones [ver
Compartiendo el Capital]. Las iniciativas de Vodkamiel y Pinche Empalme Justo intervenían en estos debates mediante la difusión de productos comerciales, una bebida y un dispositivo para “colgarse” ilegalmente de la red de televisión por cable, que fueron presentados públicamente mediante las estrategias de diseño y comunicación utilizadas habitualmente por el marketing. Vodkamiel y Pinche Empalme Justo parodiaban la estética de las mercancías pero también los presupuestos legales que las respaldan, al ofrecer una bebida comercial que al mismo tiempo publicitaba su fórmula e invitaba a ser fabricada en forma casera, del mismo modo que la empresa de televisión por cable de Pinche Empalme Justo se presentaba como la primera “autoinstalable” en su rubro, y describía su estrategia comercial como una búsqueda por “tercerizar los servicios al punto de no tener que ofrecerlos”, en una velada invitación a ejercer el derecho a la piratería.
Finalmente, el interés de Faca por la circulación de contenidos visuales y escritos a través de las redes digitales y de los códigos que regulan la propiedad intelectual, aparece plasmado en su proyecto
SINCITA, en el que según sus propias palabras traslada “a otros espacios textos que circulan por Internet”. El proyecto, iniciado en Barcelona, y continuado en otras ciudades como Rosario, Buenos Aires y Porto Alegre, consiste en frases tomadas de espacios de publicación digital como blogs, Twitter y Facebook, a las que Faca reescribe sobre distintas superficies de la calle y otros espacios públicos, desde paredes y carteles publicitarios hasta monumentos. Las frases elegidas tienden a provenir de reflexiones sobre los nuevos modos de comunicación digital, pero aísladas y recortadas adquieren un trasfondo enigmático, que se ve potenciado por su aparición bajo la forma de mensajes diseñados mediante un profesionalismo tipográfico anónimo y sin utilidad mercantil a la vista. Reproducidas con tizas o esmaltes, las frases de SINCITA aparecen de forma intempestiva ante los paseantes, como una encriptada, casi involuntaria, filtración del mundo de la web al de la “realidad”. Traducciones artesanales de imágenes que, de todas maneras, mantienen su estampa de precisión digital, y remiten de regreso desde la calle a las computadoras; e insinúan, en ese trayecto, que los foros de la web, en los que millones de usuarios depositan constantemente su cuota diaria de palabras, ya forman parte de la vida social contemporánea, de un modo tan ineludible como alguna vez lo hicieron las pizarras de los almaceneros del barrio.
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