exploratorio latinoamericano de poéticas/políticas tecnológicas

ensamblaje | instalación

James Campo



Santa Rosa, instalación (2013-2016)
James Campo (Popayán, Colombia, 1981) es Maestro en Artes Plásticas de la Universidad del Cauca, vive en Santa Rosa, corregimiento de Popayán, ha participado de las exposiciones La Barbarie Originaria, Museo de Arte de Pereira (2016); Exposición Alterna Corpo, Casa Museo Mosquera (Popayán, 2008); Diálogo Generacional, Centro Cultural Colombo Americano (Cali, 2010); Para Verte Mejor Cuerpo Pacifico, Universidad del Cauca (Popayán, 2010); Cauca pacífico no pacífico (Popayán, 2012); Cauca, pacífico e indómito (Bogotá, 2014) y Diáspora Zona Pacífico (Popayán, 2015). Su última obra, Santa Rosa participó en el 44 salón nacional de artistas 2016.
En sus instalaciones, Campo dialoga o a veces confronta diferentes perspectivas de la región en la que nació y actualmente vive (Departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia). En una aproximación a la realidad nacional desde una mirada local, su lugar de enunciación, hace visible la violencia de los territorios en disputa, los procesos coloniales postergados y las iniciativas de resistencia que emergen en la comunidad.
Santa Rosa (2013-2016) es una instalación-acción construida a partir de la recuperación, intervención y ensamblaje de herramientas tanto manuales como de motor, así como armas de fuego que fueron utilizadas por el artista y su familia (padre y abuelo) a lo largo de los años.
Motosierras, azadones, guadañas, cortadoras de césped, machetes y palas son unidas en ensamblajes  que cuelgan del techo, casi tocando el suelo, moviéndose de manera permanente a manera de péndulo. Estos constituyen una representación de la educación recibida por el artista durante su niñez, en la que trabajó la tierra con su familia,  así como nuevas dinámicas de fortalecimiento comunitario en un escenario que se ha encontrado inserto en un contexto de violencia. 
Santa Rosa maneja dos ideas centrales: el rescate de las marcas que dejan los usos habituales de herramientas en rutinas cotidianas que se mueven entre el trabajo físico y el intelectual, y el recuerdo de la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra que se ha respirado a lo largo de décadas en la zona que habita el artista, fruto no solo del conflicto entre diferentes grupos armados entre sí y con el gobierno, sino también de las intervenciones de clases poderosas en la región.
Sin embargo la obra no se queda en el resentimiento, propone pensar de manera colectiva la reconciliación en su complejidad como tarea diaria y comprometida que se instale en la cotidianidad.

Referencias 
https://issuu.com/ursula8a/docs/cata__logoaun44sna

Colaboración para este Radar de: Silvia Buitrago Guzmán