exploratorio latinoamericano de poéticas/políticas tecnológicas

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Ilana Boltvinik



Huella latente, 2011, instalación


No todo lo que brilla es oro, 2011, instalación


Chicle y pega, 2012, instalación


Urotransfrontación, 2013, instalación

Ilana Boltvinik es una docente y artista visual mexicana muy activa en el arte con basura. Interesada en la relación entre arte, ciencia y tecnología, es profesora desde hace casi una década de “Nuevas Tecnologías en el Arte Contemporáneo” en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en el DF. Participa además del diplomado “Tránsitos”, que se dicta en el Centro Nacional de las Artes, y que se constituye como una plataforma de investigación, producción y exploración artística transdisciplinaria. También organiza talleres relativos a la relación entre arte y ciencia, como “Lógica molecular de la materia viva” (2012), que fue el primer taller de bioarte en laboratorio en México.
Integra desde 2009 el colectivo TRES, junto con el fotógrafo Rodrigo Viñas y la artista y teórica Mariana Mañón, con la idea de explorar las implicaciones del espacio público a través de prácticas artísticas que se concentran en el fenómeno de la mirada y de su contraparte, el olvido. De particular interés ha sido explorar la idea de basura como un objeto límite, por un lado residuo conceptual y por el otro la base de una postura política. Han realizado más de 30 exposiciones e intervenciones en espacio público en América Latina, Europa y recientemente Asia (Hong Kong). 
Entre las muchas muestras del colectivo TRES se destaca Huella latente, realizada en 2011 en el Museo de la Ciudad de México. Este proyecto consistió en la recolección, clasificación, y exposición de más de cien mil colillas de cigarrillo tomadas de la calle, numeradas y clavadas sobre paneles como si fuera un muestrario de insectos. Ese mismo año sistematizaron las exploraciones urbanas que culminaron con la exposición Todo lo que brilla es oro, que nació a partir de un hallazgo: decenas de botellas de plástico llenas de orina en la ruta entre México DF y Pachuca, pertenecientes a choferes de camión que no tenían tiempo de bajar del vehículo para hacer sus necesidades. “Era un claro ejemplo de lo cotidiano que se ha vuelto el Ready made, un urinario portátil, desechable, reutilizable. ¡Qué orgulloso estaría Duchamp de su legado!”, dice Ilana. En colaboración con bioquímicos estudiaron las muestras y expusieron sus resultados. 
Al año siguiente realizaron una experiencia similar con chicles recogidos en la calle. Con la idea de que los chicles son “un imán del medio ambiente”, en Chicle y pega desplegaron los elementos recogidos junto con el análisis de las muestras. “Encontramos una cantidad de cosas espeluznantes, como E.Coli, salmonella, levadura, hasta metal hemos encontrado, en cantidades minúsculas. Pero era alarmante la cantidad de E.Coli y la salmonella”.
En 2013, volviendo sobre la orina, realizaron la instalación Urotransfrontación: un sistema de purificación de este desecho líquido con una columna de elusión, un sistema de destilación, contenedores y mangueras conectoras para filtrar y destilar líquidos. Los espectadores podían donar su orina anónimamente mediante equipo especializado (vaso, jeringa y bolsa) que era incorporado en un gran matraz contenedor de todas las donaciones. Tras el proceso, la orina se convertía en agua potable y se invitaba a los participantes a probarla.

http://www.tresartcollective.com/