exploratorio latinoamericano de poéticas/políticas tecnológicas

arte sonoro | interactivo | net.art

Emiliano Causa



Círculo fractal, 2006


El jardín de los sonidos, 2003


Fractales


El Jardín de las Historias, 2012


Sensible, 2007

Nacido en La Plata (Argentina) en el año 1970, Emiliano Causa perfiló sus estudios universitarios hacia la ingeniería, específicamente, la informática. Asimismo, estudió música, teatro y plástica; poco a poco combinó ambos aspectos de su formación en la creación de obras multimediales. La música y el sonido en general han sido intereses centrales desde el comienzo de su carrera. Esto lo llevó a integrarse al grupo de música contemporánea Sonoridades Alternativas, fundado en 1997 por Enrique Gerardi, Luis Mihovilcevich y Pablo Loudet. Posteriormente, produjo obras de videoarte basadas en música electroacústica y animación experimental. En todas ellas realizó la música o tuvo a su cargo el diseño del sonido. 

En el año 2001 Causa crea, junto a otro grupo de jóvenes también vinculados al arte y la ingeniería, el Grupo Proyecto Biopus que en la actualidad sigue trabajando activamente. Las obras de Causa y de Biopus apuntan a reflexionar sobre la interacción desarrollada entre el público (usuario, navegador) y la propia obra. Sus proyectos se valen de los medios y herramientas proporcionados por las nuevas tecnologías de la comunicación y de la ciencia. A partir de la fundación de Biopus, Causa se ha dedicado a la creación de algoritmos de animación, la animación en 2D y 3D, y el diseño y la producción de las instalaciones del grupo. 

Como docente de la Universidad Nacional de La Plata, Causa también investiga la relación entre arte interactivo y nuevas interfaces (sensores y control de video y sonido en tiempo real). Podemos encontrar entre sus obras instalaciones interactivas que aplican la inteligencia artifical, la biotecnología y la informática en general. El vínculo con lo académico e institucional es estrecho en el caso de Emiliano Causa, ya que también se desempeña como Coordinador de Investigación y Postgrado en el Área de Artes Multimediales del IUNA y en el MediaLab del Centro Cultural de España en Buenos Aires. A su vez, es Profesor de Arte Multimedia e Informática Aplicada en la Licenciatura de Artes Multimediales del IUNA, Profesor de Tecnología Multimedia de la carrera de Diseño Multimedial de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. Fue docente de Informática en las carreras de Composición Musical y Cine de la UNLP, y de Inteligencia Artificial en Ingeniería de Sistemas en la UTN. 

Entre sus trabajos realizados antes de integrar el Grupo Proyecto Biopus, se destaca una obra de videoarte realizada en conjunto con Christian Silva. En este video llamado Acecho, Persecución y Muerte (2001), Causa tuvo a su cargo la realización musical y la animación. La particularidad de esta obra, más allá del argumento que establece un paralelismo entre la cacería y la dinámica de la vida, es que la música y el video fueron pensados en conjunto. La música no es utilizada como musicalización sino que el género electroacústico elegido se justifica por la necesidad de crear un ambiente sonoro primitivo, donde la prioridad estética está en el timbre (la cualidad del sonido) y no en la armonía o las estructuras musicales abstractas.

De su producción como artista solista resulta de interés la instalación multimedia Sobre Sonoridades (2003) creada en base al repertorio musical del grupo Sonoridades Alternativas. En esta obra, que consiste en una partitura tendida en el suelo que oculta un conjunto de sensores de presión, los espectadores pueden intervenir recreando la partitura original a partir de sus pisadas que activan loops sonoros editados de manera que puedan ser fácilmente combinables unos con otros. El concepto de la instalación es que cada usuario pueda generar su propia música a partir de la obra del grupo.

Dentro de las obras de net.art puede reconocerse el interés progresivo de Causa en la experimentación con fractales e interacción. Su primera obra llamada El Jardín de los Sonidos (2003) combina todavía su formación musical con las artes visuales y la ingeniería. La interacción por la manipulación virtual de una serie de círculos conectados que al tocarlos con el mousse emiten sonidos de diferentes instrumentos musicales (en este trabajo se puede ver también cómo experimenta con la ley de gravedad en la pantalla). Posteriormente Causa se concentra en lo que ha dado en llamar la serie Fractales Interactivos (2004-2006). Allí encontramos Fractal (2004), Gesto Fractal (2005) y Círculo Fractal (2006). Esta serie otorga cada vez mayores posibilidades de interacción al usuario. En Fractal, el “espectador” dibuja libremente con el mousse sobre la pantalla y luego puede pedirle a la obra que transforme ese boceto en un fractal. En Gesto Fractal, en cambio, a medida que el usuario dibuja se van generando los fractales. En Círculo Fractal, finalmente, se incorpora el movimiento a la obra ya que habilita a los usuarios a que editen las posiciones, tamaños y orientaciones de los círculos fractales que dibujan en tiempo real. Esto da por resultado un movimiento interno en la obra que hace cambiar armoniosamente el diseño de los círculos fractales.

El Grupo Proyecto Biopus estuvo integrado en sus comienzos por  Emiliano Causa, Tarsicio Pirotta, Christian Silva y Julián Isacch. Hoy en día se encuentra conformado por Emiliano Causa y Matías Romero Costas. Pirotta, Isacch y Silva son diseñadores en comunicación visual, y Romero Costas es profesor en producción multimedial, licenciado en composición y profesor de armonía, contrapunto y morfología musical. Desde los inicios de Proyecto Biopus, la confluencia disciplinaria constituyó un rasgo fundamental de sus trabajos. 

Por ejemplo, Sensible (2007) es una instalación interactiva provista de una pantalla de tela elástica sensible al tacto que proyecta un ecosistema virtual. A medida que el público interactúa con la pantalla, la obra produce música en tiempo real. En el ecosistema conviven organismos vegetales representados como círculos, organismos herbívoros en forma de triángulos  y organismos carnívoros circunscritos a rectángulos. Los primeros son incapaces de desplazarse, los segundos se mueven para devorar vegetales y así mantenerse vivos y, por último, los carnívoros deben comer a los herbívoros para poder subsistir. Debido a que el ecosistema tiende al desequilibrio, la participación del público es fundamental. Tocando la pantalla de distintas maneras, las personas van creando los diferentes organismos que pasan a integrar el ecosistema. Un sistema óptico identifica las sombras de los dedos y, a partir de allí, se generan las imágenes correspondientes a los diversos modos de presionar sobre la superficie.  La música de la obra es compuesta mediante algoritmos de composición en tiempo real. Los sonidos que se van percibiendo son análogos a las imágenes que se visualizan en la pantalla. Cuando el ecosistema entra en mayor actividad, la música se acelera y los cambios en todos los parámetros se suceden a mayor velocidad. 

En 2011, Causa y Romero Costas, junto con David Bedoian -Diseñador en Comunicación Visual- y Ezequiel Rivero -VJ y Diseñador de objetos y dispositivos mecánicos- realizaron la instalación interactiva Coexistencia. En una sala oscura, los artistas colocaron diversas esculturas de plástico. A medida que el público va moviendo estos muñecos,  sobre ellos se proyectan diseños de colores que generan distintas texturas, acompañados por la generación de música en tiempo real. Cuando las esculturas están en reposo, sus bordes se iluminan con formas de color verde, que simbolizan el buen estado energético del sistema y, en consecuencia,  responden a la interacción sin agotar sus respectivos recursos. Una vez que han sido sometidas a diversos movimientos, las manchas se tornan azules. Este cambio de color implica que el sistema se ha agotado, es decir que ya no podrá seguir respondiendo a la interacción. Tanto la música como las texturas de Coexistencia constituyen recursos escasos que deben ser preservados por los participantes para evitar su riesgo de extinción. El público debe limitar su propio interés, de manera de proteger al medio en el que se encuentra y donde coexiste con otros. 

Para El Jardín de las Historias (2012) el grupo diseñó la proyección de un bosque virtual sobre una pantalla sensible al tacto, comprendida por un sistema de cámaras infrarrojas que captan las sombras generadas por la presión de las manos en la superficie flexible de la tela. Cada uno de los árboles representa una historia diferente, y sus respectivas ramas constituyen distintas continuaciones de aquellos relatos. La obra comienza con diez frases que funcionan como motor de las subsiguientes contribuciones. Desde ese punto, las historias empiezan a multiplicarse y el bosque paulatinamente va tornándose más frondoso. Los usuarios pueden continuar aquellas primeras historias, o bien seguir los relatos de otros usuarios, ya sea los más recientes, los más largos, o los generadores de la mayor cantidad de alternativas. Todas las historias previamente creadas son potenciales puntos de partida de futuras narrativas. Para contribuir con el crecimiento del bosque, los usuarios deben ingresar al sitio web www.isat.tv a través de los iPads localizados en el espacio expositivo, o también mediante cualquier computadora o smartphone. En la sección “El Jardín de las Historias” se incluyen videos que explican el funcionamiento de la obra y muestran su making-of, una galería de imágenes, un gráfico que detalla los modos de interacción, las diez historias iniciales, las entradas posteriores organizadas de acuerdo a los tres criterios descritos más arriba, y la opción de continuar cualquiera de los relatos.

 

http://www.biopus.com.ar/

http://www.emiliano-causa.com.ar/